Hepatitis B

La Hepatitis B  (HB), es una infección cuyo curso clínico es similar al que presentan otros tipos de hepatitis vírica aguda. Sólo en una pequeña proporción de los casos presenta clínica manifiesta. La infección inicial por el virus de la hepatitis B (VHB) puede ser asintomática en un alto porcentaje de casos.

Cuando la enfermedad se manifiesta clínicamente, se caracteriza por un comienzo insidioso de los síntomas (fiebre, malestar general, anorexia, náuseas, molestias abdominales e ictericia), a veces dolores articulares  y elevación de las transaminasas (GOT, GPT). Al igual que en la hepatitis tipo A, la enfermedad puede ser desde leve o asintomática, hasta casos fulminantes y mortales.

Un individuo con infección aguda sintomática o asintomática de VHB puede convertirse en portador crónico,  el riesgo es también mayor en personas con peores defensas.

Los portadores crónicos, con el tiempo tienen un mayor riesgo de desarrollar cirrosis hepática o carcinoma hepatocelular. Un portador crónico es una importante fuente de infección

Agente infeccioso: La hepatitis B es una enfermedad producida por un virus de la familia de los hepadnaviridae de ADN de doble cordón (parcialmente), de 42 nm, compuesto de una nucleocápside central de 27 nm (AgHBc) rodeada por una cubierta de lipoproteínas externas que contiene el antígeno superficial (AgHBs).